Para la mayoría de petroleras de Estados Unidos, las prioridades son pago de deuda y devolución de efectivo a los accionistas.
Para Deloitte, se espera que las compañías petroleras de Estados Unidos obtengan 68% más de flujo de caja libre por barril producido en 2022.
Esto debido al aumento de los precios que alimenta los beneficios; mientras, el crecimiento de la producción se mantiene en 4,5% en lo que va de año.
Asimismo, se prevé que las inversiones estadounidenses en exploración y producción crezcan 29% este año, hasta US$ 108.000 millones.
Conforme a Deloitte, se trataría de un ritmo mucho más lento que el aumento del flujo de caja.
«Estamos observando una gran cautela en cuanto al destino de las inversiones», dijo la consultora Deloitte.
Contenido recomendado: El mundo sigue necesitando el petróleo ruso, incluso con la limitación de precios
Empresas vs presidente
Se espera que Exxon Mobil y Chevron publiquen el viernes unos sólidos resultados trimestrales en el sector upstream.
Y algunos analistas esperan una nueva ronda de aumento de dividendos y recompras.
En tanto, el presidente Joe Biden ha exhortado a los productores no devolver dinero en efectivo a los accionistas.
Por el contrario, las empresas -solicitó el mandatario- deberían invertir en la producción para reducir los precios de los combustibles para los consumidores.
Cabe precisar que en el pasado -cuando el aumento de los precios de la energía y de los beneficios provocaba un incremento de las tasas de inversión-, las empresas han estado recortando costos y ejerciendo una disciplina de caja.
Tras ello, un estudio de Deloitte demostró que casi el 40% de los ejecutivos encuestados de las 100 principales empresas petroleras de EE.UU. seleccionaron el pago de la deuda.
Así como la devolución de efectivo a los accionistas como sus principales prioridades.
Situación empresarial
Un estudio anterior concluyó que los precios de la energía podrían casi duplicar el flujo de caja libre de los productores de petróleo este año, hasta US$ 1,4 billones.
Ese monto podría conllevar a financiar un cambio más rápido hacia los combustibles renovables, borrar la deuda o recompensar a los inversores.
Según Deloitte, los próximos dos años serán clave para las decisiones estratégicas, ya que los productores deberían generar la mayor parte de ese excedente de efectivo -o US$ 1 billón- para 2024.
Se trata de una cantidad de dinero sin precedentes generada tras las inversiones, los pagos de la deuda y las distribuciones a los accionistas.
El sector del sale estadounidense podría quedar libre de deudas a principios de 2024 si los precios se mantienen fuertes y prevalece la disciplina.
Así se superaría la pérdida de US$ 300.000 millones acumulada durante una década por el exceso de gasto en la nueva producción, que dejó a muchos cargados de deudas.