El sensor portátil Gravio, instalado en un vehículo en movimiento, mapea los recursos subterráneos permitiendo mayor rapidez y precisión.
Rio Tinto Exploration (RTX) se ha asociado con la startup de tecnología profunda Atomionics para probar un sensor de gravedad cuántica en la exploración mineral por primera vez.
Según Atomionics, el sensor portátil, instalado en un vehículo en movimiento, mapea los recursos subterráneos como unos “rayos X virtuales”, permitiendo que la exploración sea 10 veces más rápida y precisa, sin tener que enviar nada bajo tierra.
El dispositivo miniaturiza la tecnología que normalmente sólo se encuentra en los laboratorios de física atómica en un sensor portátil del tamaño de una pelota de baloncesto.
Pruebas de campo
Una prueba de campo reciente en Arizona (Estados Unidos) demostró las capacidades del sensor cuántico Gravio en un entorno difícil. Montado en un vehículo en movimiento, el sensor capturó datos de gravedad, lo que permitió una mayor densidad de mediciones.
Anteriormente, Atomionics realizó otra expedición de estudio comercial para Bridgeport Energy en el oeste de Queensland, Australia. El estudio abarcó un área remota de aproximadamente 200 kilómetros cuadrados.
Sobre la tecnología
En el interior de Gravio, los átomos se enfrían a temperaturas extremadamente bajas y luego se dejan caer. A esas temperaturas, los átomos exhiben un comportamiento ondulatorio en lugar de comportarse estrictamente como partículas. Esta naturaleza ondulatoria permite realizar mediciones de alta precisión que hacen posible el experimento.
El sensor mide entonces la velocidad a la que caen los átomos, que se ve influida por la atracción gravitatoria de las formaciones subterráneas. Gravio detecta variaciones mínimas en esta fuerza gravitatoria para generar mapas detallados en 2D y 3D. Estos mapas revelan anomalías, que luego se analizan para identificar recursos subterráneos.